Un microinversor se instala en la parte posterior de un panel solar o junto a él. Cuando la luz solar incide sobre el panel solar, genera electricidad de CC. El microinversor convierte inmediatamente esta corriente continua en corriente alterna. A continuación, la corriente alterna se introduce directamente en el sistema eléctrico de la vivienda o en la red. Cada microinversor funciona de forma autónoma, lo que lo convierte en una unidad modular dentro de un conjunto solar más grande.

Las aplicaciones móviles de microinversores suelen proporcionar alertas y notificaciones para mantener a los usuarios informados de cualquier fallo o problema del sistema. Esto ayuda a tomar medidas rápidas para resolver problemas y garantizar la fiabilidad del sistema. El control móvil de microinversores ofrece a los usuarios de sistemas solares más control y visibilidad, lo que les permite gestionar y optimizar mejor sus sistemas. Esta tecnología ayuda a mejorar la fiabilidad solar, la eficiencia y la experiencia del usuario.

Los microinversores son ideales para instalaciones solares residenciales, especialmente en zonas con problemas de sombreado o tejados con múltiples orientaciones. También son beneficiosos en pequeñas instalaciones comerciales en las que la flexibilidad del diseño del sistema, la seguridad y la supervisión a nivel de panel son prioritarias.

La introducción de los microinversores en la industria solar ha supuesto un cambio de paradigma en la forma de captar y gestionar la energía solar. Al mejorar la eficiencia, la seguridad y la flexibilidad, al tiempo que ofrecen mejores capacidades de supervisión y mantenimiento, los microinversores representan un importante salto tecnológico. A medida que el mundo avanza hacia soluciones energéticas más sostenibles, los microinversores destacan como un componente clave para maximizar el potencial de la energía solar.